Juan Romero, el trovador de las Americas, se adelantó a la morada celestial donde seguirá cantando alegre
Juan Romero, conocido como «El trovador de las Americas» por ser un pionero del evangelio en Latinoamérica al incursionar como misionero, predicador, evangelista, escritor, dramaturgo, compositor, maestro y cantante internacional, falleció este pasado viernes 21 de julio a sus 88 años de edad.
Conocido por componer las renombradas y populares obras musicales incluyendo «Visión pastoral» (Eran 100 ovejas), «Oh Jesús, creo en ti», «Alborada», «Cantando alegre», «Juanito», entre otros temas musicales, Juan Romero fue un prolífico compositor que grabó 29 discos y compuso 437 canciones, grabando casi la mayoría de ellas.
Su vida como compositor surgió durante la necesidad, ya que se necesitaba una canción para un drama de la iglesia y en la ausencia de alguien que la compusiera, él se ofreció en ayudar. Así comenzó a componer a los 27 años de edad su primer canción, «Juanito» que escribió en 1956. Durante su vida, Juan afirmó que llegó a ser poeta por accidente, predicador sin haberlo calculado y compositor por circunstancias.
Sin embargo, Juan estuvo activo durante 55 años de ministerio, dedicándose de lleno a la viña del Señor desde sus comienzos en el Instituto Bíblico en México a su corta edad de 15 años de edad. Con el pasar del tiempo, Dios lo llevó por todo el mundo y estuvo por 15 años en televisión, además de la radio, ser profesor en el Instituto Bíblico Latinoamericano y luego pastor en Mission y en San Antonio, Texas.
Juan Romero nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México, un 11 de enero de 1929. Aceptó a Cristo como salvador personal a los 7 años de edad un 10 de mayo de 1937. Conoció a su esposa Aurora, quien era directora del coro en la Iglesia de denominación a la cual pertenecía. Después tuvieron 4 hijos; siendo ellos Betty Ann (ya fallecida), Aurora, Yvonne, y su hijo Juan Carlos.
Ha inspirado a muchos con sus canciones, poemas, predicaciones y programas de radio y televisión. En sus últimos años Juan vivió en Hollywood, Florida, junto a su esposa Aurora, representante de Editorial Vida, en los simposios de Escuela Dominical; y otros proyectos promocionales.
Desde que Juan le entregó su vida a Jesús, tuvo plena confianza sobre dónde iría después de la muerte. Su convicción sobre la vida temporal en esta tierra y la vida eterna en el cielo se vio reflejada en sus convicciones. El hermano Juan siempre buscó la aprobación de Dios e hizo constantemente Su voluntad. Su deseo antes de partir era que por lo menos Dios lo recibiera con la frase «Bien buen siervo y fiel, sobre poco fuiste fiel, entra en el gozo de tu Señor». Hoy, estamos seguros de que Juan Romero no solo será recibido con alegría en el cielo, sino que seguirá «cantando alegre» a su buen Pastor en la morada celestial.
Fuente: Onda Exclusiva